La incidencia de las nuevas
tecnologías en el ámbito laboral y la forma en que los empleados las utilizan
generan cada vez mayor preocupación a nivel empresarial. En el análisis de esta
problemática se deben considerar aspectos como la privacidad del personal y la
exposición de información relevante para las compañías, y tener en cuenta la
Ley de Protección de Datos Personales.
Lo que se viene…
Para 2020 se estima que los integrantes
de la Generación Y o millennials, (los nacidos entre principios de los 80 y
mediados de los 90), representarán el 75% de la fuerza de trabajo, y se trata
de personas acostumbradas a interactuar permanentemente con la tecnología y a
demandar ambientes laborales más flexibles. Por lo tanto, es clave que las
empresas trabajen en la definición de políticas internas claras respecto al uso
de dispositivos tecnológicos, para poder enfrentar la nueva realidad de manera
más eficiente.
En este contexto, días atrás,
FERRERE organizó la conferencia titulada “El impacto de la revolución
tecnológica en el trabajo. Soluciones disponibles y desafíos para los
empleadores”, donde un grupo de expertos de la firma presentaron de manera
interdisciplinaria su visión del tema.
María José Fernández, abogada
senior del Departamento Laboral de dicha firma, señaló que “las empresas deben
establecer, y luego comunicar internamente, las políticas de privacidad que
regulan la utilización de las herramientas de trabajo que el empleador pone a
disposición de su personal en el ámbito laboral. Es fundamental que los
empleados conozcan cuáles son sus expectativas de privacidad. Es claro que
estas herramientas y dispositivos de trabajo son de propiedad de las empresas
que las ponen a disposición de sus empleados para el cumplimiento de sus tareas
y no con expectativas de un uso personal por parte de los mismos".
Hasta donde llegar…
Asimismo, Fernández comentó que
el home office (trabajo desde la casa) es una de las modalidades más extendidas
a la hora de atraer y retener el talento, pero también implica que se
establezcan sistemas de control a los empleados, sobre todo para la protección
de los datos sensibles de la empresa.
Por su parte, Stephanía Bresque,
abogada senior del grupo de práctica de Protección de Datos Personales de la empresa,
exhortó a las organizaciones a promover la capacitación del personal en el uso
de las herramientas tecnológicas de una manera adecuada. Asimismo, hizo
recomendaciones relacionadas a la grabación de imágenes y llamadas dentro del
ámbito laboral, haciendo hincapié en la necesidad de informar debidamente al
personal sobre dicha circunstancia. “Desde que las imágenes y voz de las
personas son datos personales, quedan alcanzados por los requisitos previstos
en la regulación, incluyendo la necesidad de registrar las bases de datos ante
el órgano Regulador”, indicó Bresque.
En esa misma línea, Martín Pesce,
líder del grupo de práctica de Protección de Datos Personales de FERRERE,
reparó en el valor agregado que representa para las empresas la adopción de
políticas de privacidad modernas que regulen el uso de dispositivos y
nuevas tecnologías en balance con la normativa vigente en materia de
privacidad. “Definir políticas claras y modernas, que contemplen los avances
tecnológicos y se alineen con los intereses de las empresas y la regulación
vigente, es una materia que no debe dejarse pendiente y genera ventajas
competitivas”, sostuvo Pesce.
Cuando el dispositivo es personal
También presenta aspectos
desafiantes para las empresas otra tendencia que desembarcó en los últimos
tiempos en Uruguay, denominada bring your own device, que implica que el
empleado utilice su dispositivo personal para realizar tareas laborales. Sobre
esta modalidad, Bruno Baccino, al gerente del área Transformación Tecnológica
de Negocios de CPA FERRERE, recomendó separar dentro del dispositivo la
información laboral de la personal.
La conferencia contó, además, con
la participación como invitado especial de Juan Antonio Travieso, exdirector de
la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales de Argentina, quien
afirmó que es difícil lidiar con la problemática que generan las nuevas
tecnologías a nivel laboral por falta de normas. “Hay que tratar de manejar los
temas de forma armónica, porque muchas veces la solución no es blanca o negra,
sino que tiene matices”, añadió.