¿Tenes buena formación pero no te
surgen buenas oportunidades laborales? ¿Participaste en varios procesos de
selección y no lograste obtener el cargo que querías? ¿Candidatos con menos
experiencia o conocimientos crecen más rápido que tú en la organización? Posiblemente
te falta construir tu “Marca Personal”.
¿Qué es la “Marca Personal”?
La Marca Personal (en inglés
“Personal Branding”) es un concepto de desarrollo personal que consiste en
considerarse uno mismo como una marca, que al igual que las marcas comerciales,
debe ser elaborada, transmitida y protegida, con ánimo de diferenciarse y
conseguir mayor éxito en las relaciones sociales y profesionales. El concepto
surgió como una técnica para la búsqueda de trabajo sea por primera vez o sea
como cambio de carrera o profesión.
Desarrollar una Marca
Personal consiste en identificar y comunicar las características que nos
hacen sobresalir, ser relevantes, diferentes y visibles en un entorno
homogéneo, competitivo y cambiante.
¿Para qué sirve la “Marca
Personal”?
Sin dudas el mercado laboral es
cada vez más complejo y competitivo, por lo cual todos deberíamos tener nuestra
propia “Marca Personal”. Cuanto más te diferencies, destaques y te
posiciones como un buen profesional, más fácil te será crecer dentro de la
empresa en la que estás, o conseguir un nuevo empleo.
Tener una marca propia puede
ayudarte a dar el salto que necesitas. Por suerte ahora contamos con las
herramientas adecuadas para lograrlo: Computadora, Internet, Redes Sociales,
etc. , lo cual facilita la labor de poder comunicar la marca creada.
En resumen: Crear esta marca es
simplemente aprender a posicionarte como un experto en algo, como
un referente de algún sector, que cuando piensen en ti, te relacionen
automáticamente a una profesión o actividad. Aprender a vender lo que
haces (no lo que eres). Gestionar un perfil personal como si fuera el de una
marca.
En ningún caso te va a
perjudicar. Todo lo contrario. Lo que te proporciona siempre es positivo
5 Tips
1. Autoconocimiento:
Antes de comenzar el proceso de
“Diseño de Marca”, es fundamental que estés debidamente preparado. Uno de los
primeros pasos a tener en cuenta, es hacer un análisis de tus "Fortalezas
y Debilidades". Esto te permitirá conocerte mejor a ti mismo y poder realizar
así un proceso más efectivo.
A la hora de analizar tus
fortalezas y debilidades, puedes hacerlo de modo "general" o también
punto a punto, por ejemplo:
Formación: ¿Cuáles son tus puntos
fuertes en cuanto a formación? Si no cuentas con formación específica, podrás
analizar si los cursos complementarios o jornadas de actualización, pueden ser
parte de tus puntos fuertes en tal sentido.
Experiencia laboral: Piensa no
sólo los cargos que has ocupado, piensa también en tus "soft skills"
(habilidades blandas), vinculadas a competencias como "trabajo en
equipo", "liderazgo", "capacidad para trabajar bajo
presión", es decir, todo aquello que consideres un diferencial.
Conocimientos específicos de
ciertos puesto de trabajo: Sin duda tus conocimientos específicos de cierta
tarea o sector de actividad, una cartera de clientes o el conocimiento de un
proceso o programa informático puntual, pueden ser también una fortaleza a
destacar. Ten en cuenta que en este punto, es donde más te puedes diferenciar.
La formación o experiencia puede ser similar en varias personas, sin embargo,
las particularidades en cuanto a un conocimiento "puntual", suelen
hacer la diferencia.
2. Tu meta
El siguiente paso que debes dar
para diseñar tu Marca Personal es fijarte una meta, marcarte un
destino. Para trazar esta meta puedes preguntarte: ¿Qué quiero ser? ¿En
quién me quiero convertir? ¿De qué quiero ser experto? ¿Dónde me gustaría verme
en el futuro?.
Es vital que tengas muy claro qué
estás buscando con el desarrollo de tu marca. ¿Quieres crecer en tu actual
trabajo? ¿Quieres cambiar de empleo? ¿Te gustaría trabajar de manera
independiente?.
Si no tienes un objetivo,
difícilmente podrás establecer una estrategia. Tienes que marcarte un
destino para poder trazar el camino por el cual transitar.
3. El “producto”
Una vez que tengas claro el
objetivo, debes pensar en los servicios que vas a ofrecer. Al igual que lo
hacen las marcas cuando diseñan su “portfolio de productos”, tu también deberás
enumerar qué es lo que ofreces. Ten siempre en cuenta que es fundamental que
estos servicios sean útiles, confiables y visibles. Esto va a constituir
tu “Propuesta de Valor” al cliente (entendiendo por “cliente”, tu actual
empleador o uno futuro, o una cartera de clientes externos que quieras satisfacer
con tus “productos”).
4. La comunicación
Seguramente este es uno de los
tips más “extensos”, ya que todo lo que puedas hacer para comunicar, va a
contribuír al logro de tus objetivos. Seguramente no cuentes con un gran
capital para invertir, por lo cual te enumeramos algunas acciones de bajo costo
que podrías realizar.
Tarjetas personales: Si bien
puede parecer que han caído en desuso, contar con una tarjeta que incluya tus
datos de contacto, seguramente es una herramienta fundamental. Puedes incluir
tu domicilio si así lo deseas, o solo tu mail y teléfono celular por ejemplo.
No es necesario incluir un logotipo si no quieres, alcanza con un diseño simple
y neutro.
Blog: Esta es una de las
herramientas más potentes a la hora de consolidar y comunicar tu Propuesta de
Valor. Crear tu blog y publicar notas sobre temáticas que te posicionen como un
experto en el área, debe ser uno de los pilares de tu estrategia. Si bien no es
necesario publicar todos los días, es importante mantener cierta constancia y
periodicidad en las publicaciones, incluso durante periodos de vacaciones, por
lo cual pueden programar tus posteos o pedirle a algún amigo que los suba por
ti durante tu ausencia.
Redes sociales: Si sueles
utilizar tus redes sociales con una finalidad "personal", es
importante que lo puedas diferenciar de tu actividad profesional. Si bien tu
"reputación digital" se constituye de todo lo que haces, en cualquier
red y en cualquier momento, tu "Marca Personal" debe estar siempre
muy cuidada, por lo cual puedes tener cuentas o perfiles estrictamente de uso
"profesional", donde puedes publicar y compartir con dicha finalidad.
También es muy importante, que en
todos tus perfiles y las redes sociales en las cuales decidas participar,
utilices el mismo nombre y la misma foto, descripción y detalles, de forma tal
que puedas generar consistencia en tus presentaciones.
Es importante que cuides tu
imagen en Internet. Periódicamente búscate en Google. Debes cuidar mucho tu
presencia en la Red. Ya no hay secretos, todo se sabe. Cualquier persona que
quiera contactar contigo lo primero que va a hacer es buscarte en Internet para
saber todo sobre ti.
5. ¡Contáctate!
Una vez que tengas tu blog
encaminado, tus redes sociales orientadas y tu presencia en Internet enfocada
al objetivo profesional que persigues, es el momento de iniciar el contacto
directo con las personas o empresas con las cuales te interesa contactar.
Revisa sus webs y blogs.
Síguelos en sus redes
sociales.
Fíjate en cómo trabajan, cuáles
son sus valores y si tienen algún punto débil.
Si ves que les falta algo y tú
les puedes ayudar, adelántate y ofréceselo.