Primero que nada informarse; cuando la
víctima logra entender qué le esta pasando, ya en ella se genera un alivio.
El
segundo paso es buscar ayuda y no desgastarse
en querer explicarle a personas o profesionales que no le entienden. Lo más
adecuado es recurrir a profesionales en la salud mental que trabaje en ello.
Muchos acuden primero a abogados buscando una solución legal que la mayoría de
las veces genera un mayor desgaste y costo emocional.
Cada
caso es único y para cada uno de ellos hay que armar estrategias de
intervención, únicas.
Muchas
empresas ya cuentan con políticas internas basadas en el buen trato, en la
capacitación permanente de sus líderes y de los equipos de salud, en Mobbing
específicamente, y han diseñado protocolos internos que permiten denunciar y
dar apoyo a las victimas sancionando al acosador.