Al entrar nuevamente al mercado laboral y consciente de estas diferencias, he leído sobre cómo hacer para negociar el sueldo y condiciones laborales. Fue así que descubrí que también hay brecha de género en los resultados de las negociaciones.
Los
economistas igualamos el salario a la productividad marginal del factor
productivo trabajo. Es así que se define el sueldo. Pero si en teoría este
equilibrio es ajeno al género, vemos que hay otros factores como la capacidad
de negociar del empleado que pueden determinan el número final.