PIT-CNT: pasado, presente y futuro

Un movimiento con más de cien años se consolida en 1983 como la central sindical única. Repasamos 33 años, pensando a futuro.


El sindicalismo uruguayo cuenta con más de cien años de historia, en los cuales se ha transformado sustancialmente, acompañando los avatares de la economía y del empleo en particular. 

Las organizaciones sindicales han tenido diferentes estructuras y denominación, hasta que en 1983 el Plenario Intersindical de Trabajadores (PIT) y la Convención Nacional Trabajadores (CNT) deciden unirse y conformar una central sindical única, el actual PIT-CNT, que nace con dicha denominación el 1º de mayo de 1983, por lo cual, al igual que Gallito, también está cumpliendo 33 años en 2016. 


Durante estos últimos 33 años, no quedan dudas sobre la impactante transformación del mundo del trabajo, del mercado laboral de Uruguay y de los nuevos perfiles que se exigen a los trabajadores de hoy día. Dialogamos con los dirigentes del PIT-CNT para conocer su visión sobre el presente, y especialmente, sobre el futuro del empleo en nuestro país.

Retrospectiva


¿Qué transformaciones ha vivido el movimiento sindical en los últimos 33 años?

Fernando Pereira, Presidente del PIT-CNT recopila los hitos del período “En esos años – por 1983- veníamos de una situación política compleja, vivíamos en dictadura lo cual había sido particularmente crítico para el movimiento sindical. Habíamos sufrido mucho y nuestro principal objetivo fue construir una plataforma de consenso, que dio nacimiento al PIT-CNT como tal. La plataforma fue clara para la época: Libertad, Trabajo, Salario, Amnistía. Esto logro un impulso excepcional con más de 50.000 personas en la calle, convirtiéndose en el mayor acto de la historia de los 1ero de mayo. Dicho impulso generó las condiciones necesarias para que algunos meses después, en noviembre, más de 100.000 personas reclamaran el fin de la dictadura militar, y junto a los partidos políticos y otros referentes de la cultura, permitirán a nuestro país, retomar la senda de la democracia de la que gozamos hasta hoy día”.

“Sin lugar a dudas, la década del 90 implicó desafíos críticos para nosotros como movimiento sindical”, señala Ismael Fuentes, ex integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT y actual presidente de Fuecys (Federación Uruguaya de Empleados del Comercio y Servicios). “El fuerte 
sesgo neoliberal, con privatizaciones de la empresas públicas y un crecimiento exponencial de la desocupación nos ponían en jaque. Eran momentos de cierres de fábricas -sobre todo de las mas grandes- (textiles , frigoríficos, metalúrgicas, etc). Los trabajadores de fábricas se volcaban a trabajos de peores condiciones y mal remunerados. El movimiento sindical retrocedía y perdía afiliados todos los días, pero daba batallas heroicas, sin embargo fue quedando reducido a alrededor de 100.000 afiliados”.


“Fueron años muy duros; de perdidas, de conquistas y retrocesos, donde solo se resistía los embates de los Gobiernos de turno. Así llegó la crisis del 2002, que nos obligó a redoblar y retomar la estrategia de construcción de la inersectorial, donde desde el movimiento sindical, la FEUU (Federación estudiantil), las asociaciones rurales y sectores empresariales, elaboramos una plataforma de salida a la situación económica deteriorada del país. Llegamos al 1º de marzo del 2005 , con sindicatos débiles, con menos de 100.000 afiliados y con la perdida de importantes contingentes obreros . La mayoría del Pit- Cnt eran compañeros de los Sindicatos públicos. Y eso se reflejaba en la conducción , en la táctica y en la estrategia de la época”, señala Pereira. 

A partir del 2005 con el cambio de gobierno y la asunción de Frente Amplio, el movimiento sindical, rápidamente empieza a avanzar y a construir cambios. La aprobación de leyes como la de protección y promoción a la actividad sindical , sumado a la nueva convocatoria a los Consejos de Salarios, generó un crecimiento importante en la afiliación sindical, tanto organizándose nuevos contingentes de trabajadores de sectores no tradicionales (servicios, deportes, etc) , así como el crecimiento de los ya organizados. El crecimiento de la actividad económica y la formalización de un número importante de trabajadores, llevó al PIT-CNT a superar los 400.000 afiliados. 


“Sin dudas ya no es el mismo movimiento, ya que no hay fábricas de cientos de trabajadores, los contingentes obreros se han reducido y los sectores de comercios y servicios se han multiplicado. Hubo que modificar formas de organización, métodos de trabajo, maneras de llegar a la gente y actualizarnos permanentemente. Muchos de los trabajadores organizados hoy, no tienen historia sindical, lo cual presentó el desafío de la formación. El Instituto Cuesta Duarte tiene un rol fundamental en todo esto”, concluye Fuentes. 


¿Qué lugar tiene la capacitación de los trabajadores?

Pereira no duda en la respuesta: “Estamos convencidos que es fundamental; en un mundo que se reconvierte rápidamente, que la tecnología avanza a pasos enormes y que expulsa trabajadores del mercado laboral todos los días -sobre todo en aquellos con menor instrucción-, la capacitación es un elemento clave. El cambio es algo permanente, por lo cual la capacitación también debe ser algo permanente. Para crecer es necesario construir trabajo de calidad, ya que no somos un país que pueda tener producción a escala y para agregar valor la capacitación es algo imprescindible”.

¿Cómo vislumbran “El futuro del trabajo”?

“Los cambios en el mundo del trabajo han sido algo permanente, solo que ahora son más rápido. Hasta hace un tiempo la tecnología expulsaba puestos de trabajo repetitivos, pero generaba puestos calificados para desarrollar esta tecnología; hoy esto ya no reconstruye los mismos puestos. En estos momentos la tecnología sustituye puestos de gran preparación también, la industria 4D tiende a eliminar profesiones, los avances ponen en cuestión el trabajo como tal. Nosotros somos convencidos que el trabajo va a seguir existiendo, hasta ahora la aseveración de Rifkin (autor del betseller “El fin del trabajo”) no parece cumplirse y el trabajo sigue siendo central en la vida de la gente. En nuestro país debemos tomar los cambios como oportunidades, desde el punto de vista del valor, la informática (incluyendo las tecnologías de la información y la comunicación), la biotecnología y nanotecnología abren un futuro posible. Deremos invertir, investigar, también en otros servicios como los turísticos y los de cuidados, que van a generar mucho empleo, por estar vinculados a las relaciones personales, algo donde la tecnología todavía no ha encontrado formas de sustituir efectivamente al ser humano”, asevera Pereira. 



Para Fuentes “Sin dudas se reemplaza el trabajo repetitivo y hasta en algún caso la toma de pequeñas decisiones, pero en lo que requiere repensar soluciones y trato personal, la tecnología aún está muy lejos de reemplazar a las personas, y allí es donde tenemos oportunidades de desarrollo. Obviamente esto va a requerir más capacidades más investigación; las transformaciones ya están, pero no todo es sustituible. El gran componente para las transformaciones está en la educación y en la capacitación, si queremos tener futuro venturoso”. 

¿Qué rol tiene –y tendrá- el movimiento sindical ante el futuro mercado de trabajo?

“Estos cambios también impactan en nosotros como central sindical; sin lugar a dudas, también tendremos que repensarnos. La organización va a sufrir transformaciones, donde tenemos desafíos clave, por ejemplo ¿cómo organizar los trabajadores a distancia, los “teletrabajadores”? 


El rol de las comunicaciones pasa a ser fundamental, junto a los beneficios que el Sindicato brinde a sus afiliados, aún desde el punto de vista de la elevación de la conciencia, para la transformación social. Creo hay que agudizar la imaginación, para encontrar nuevas formas de debatir las cosas, es posible que la asamblea como la concebimos hoy desparezca, y la tecnología nos ayude a acercarnos de otras formas.


Introducir un debate serio de la reducción de las jornadas laborales. Los nuevos trabajadores buscan formas más flexibles de trabajo, desde la casa, menos horas, y todo eso deberemos atenderlo, contemplarlo y gestionarlo. 


Un mundo nuevo se nos viene y pensarlo, prevenir tratando de hacerlo más humano es un gran desafío que nos está poniendo a prueba día a día”, concluye Pereira, Presidente del PIT-CNT.