Comienza el año: Momento ideal para evaluar …

Si bien tradicionalmente el final de año solía ser el momento clásico para la “Evaluación de Desempeño”, con el paso del tiempo muchas empresas prefieren utilizar el comienzo del año para generar una instancia más tranquila, post vacaciones, que permita realmente maximizar los resultados que brinda esta potente herramienta.

¿Qué es la “Evaluación de desempeño”?

La evaluación del desempeño consiste en la revisión periódica y formal de la performance del trabajador en su puesto, y se realiza de manera conjunta entre jefe directo y colaborador. El principal valor radica en el hecho de brindar a dicho colaborador feedback sobre los objetivos y metas de trabajo previamente acordados en una instancia inicial, donde fueron determinadas las principales responsabilidades del cargo y los compromisos especiales, que es recomendable se realice durante el período de inducción del colaborador en su cargo.
La evaluación se consolida como un instrumento de vital importancia a la hora de realizar esta “Puesta a punto” entre el jefe y el colaborador.
¿Para qué evaluar?                        

La evaluación permite:
-        Determinar las responsabilidades y prioridades de cada colaborador.
-        Mejorar el rendimiento individual y la productividad de la empresa.
-   Proporcionar una opinión constructiva sobre lo que se hace bien (reconocimiento) y las oportunidades de mejora.
-        Fomentar la comunicación cara a cara entre los colaboradores y sus jefes directos.
-        Planificar carreras o cambios de cargos
-        Definir aumentos de salarios o compensaciones especiales
-        Decidir desvinculaciones, contando con elementos objetivos

¿Alcanza con una evaluación anual?

Enfáticamente no. Sin duda es fundamental generar instancias permanentes donde dar feedback a los colaboradores y realizar estas devoluciones de modo constante. En especial, para las nuevas generaciones que integran la organización, este tipo de vínculo es muy importante ya que permite la mejora continua, y para ellos, es especialmente valioso. De hecho, al realizar evaluaciones anuales, se corre el riesgo de empañar la evaluación con lo sucedido en un período cercano a la evaluación y quizás olvidar hechos importante que se dieron con anterioridad. A su vez, si se pueden utilizar instancias informales o formales de revisión periódica, van a permitir que la performance a evaluar sea más positiva, ya que el feedback se va a realizar con más frecuencia, y da lugar a que el colaborador tome acciones correctivas y no espere al cierre del proceso para tomar conocimiento de las mismas, y recién en ese momento corregirlo.
¿Cómo hacer una “Evaluación de Desempeño”?
Antes de comenzar, debemos tener un organigrama clarificado, todos los cargos correctamente descriptos y valuados, y es ideal contar además con un sistema de compensaciones y beneficios validado que garantice la equidad interna y externa de los salarios, y sobre todo, el convencimiento total de los Gerentes y Jefes sobre la necesidad y utilidad del Sistema.

El Prof. Claudio Hornos, quien cuenta con amplia experiencia en este tema, opina que si bien hay muchos métodos, el primer paso debe ser siempre alinear a la Gerencia y Supervisión, con un sistema equitativo y objetivo.

“Debemos incentivar a los Jefes para que al principio de año, mantengan una entrevista con cada uno de sus colaboradores para fijarle objetivos claros y medibles para dicho año. Esto es fundamental para que los colaboradores sepan qué se espera de ellos”, detalla el Prof. Hornos.

En un periodo de tiempo pre acordado, que puede ser trimestral o semestral, brindar retroalimentación sobre el avance logrado hacia los objetivos, para permitir corregir lo necesario. Cuanto más frecuentes sean estas instanciar, más rápidamente se podrá mejorar el desempeño individual y colectivo, y alinearlo a los objetivos trazados.

Anualmente, se realizará la “Evaluación de Desempeño” en sí misma, señalando los porcentajes alcanzados en cada uno de los objetivos propuestos. Para aquellos puntos donde nos se cumplieron los objetivos, es importante realizar sugerencias sobre cómo hacerlo, brindar capacitación o asistir al colaborador para facilitar el logro del mismo.

Es fundamental documentar de modo escrito durante cada una de estas instancias, e informarlo al Dpto. de RRHH.

La evaluación 360°

Una vez implementado el sistema anterior, es posible proyectar un sistema más complejo, como la “Evaluación 360°”, donde a la evaluación realizada por el jefe directo, se agregan evaluaciones del Jefe por parte del colaborador, la evaluación de los pares, de personas que dependan de la posición a evaluar, así como incluso, clientes y proveedores, y llegar así a un sistema integral.

En toda evaluación, es clave el rol del área de “Gestión de Personas”, quien contribuye permanentemente al monitoreo y análisis de las tendencias de las evaluaciones de cada Jefe o Gerente, para detectar cualquier tendencia anormal como el excesivo rigor, la excesiva indulgencia o la tendencia central.

La clave: Involucramiento real

Es clave que el Supervisor no considere la evaluación como un requisito meramente burocrático del Dpto. de RRHH, sino que entienda el valor de esta importante herramienta de motivación y liderazgo, para maximizar el aporte de sus colaboradores para con los objetivos de la empresa.