Así surge del Workmonitor, un
informe realizado por RANDSTAD - el segundo grupo más grande a nivel mundial en
servicios de Recursos Humanos – que releva las expectativas, estados de ánimo y
comportamientos de los trabajadores en 33 países, incluido Uruguay.
El 90% de los trabajadores señaló
que la tecnología cumple un rol fundamental para facilitar el trabajo
colaborativo, aunque 8 de cada 10 considera que es más efectivo cuando la
modalidad es cara a cara que mediante entornos virtuales. Apoyando la alta
valoración que se le da al trabajo colaborativo, 6 de cada 10 trabajadores
encuestados asumen tener un mejor desempeño cuando trabajan en equipo que al
hacerlo en forma individual.
Asimismo, 8 de cada 10
trabajadores reconoce que la tendencia en el mundo del empleo es trabajar cada
vez más con especialistas que no pertenecen a la empresa y que aportan
competencias y conocimientos específicos. En este sentido, el 90% señala que la
colaboración se volvió más importante con el avance de la
tecnología.
Al respecto, Andrea Ávila, CEO de
Randstad, afirmó: “El hombre es un ser social que difícilmente logre sus
objetivos sin la ayuda de alguien más. Sin embargo, trabajar en equipo no nos
nace naturalmente como se pudiera suponer, sino que requiere un aprendizaje que
lleva tiempo y que se renueva con cada equipo que integramos. Se trata de
aprender que podemos potenciarnos a partir del entendimiento con los otros,
pero que para lograr esa complementariedad tenemos que ceder autonomía,
atributo sumamente valorado en las sociedades individualistas como la
actual”. “Los proyectos que encaran las empresas son cada vez más
interdisciplinarios, lo que implica la convocatoria de profesionales de
diferentes áreas, que hablan diferentes lenguajes y que hasta tienen diferentes
indicadores para medir el éxito de su trabajo. Esto se suma a que la
globalización y las estructuras matriciales, que son moneda corriente en las
organizaciones, hacen que los profesionales que deben articular en conjunto
raramente se encuentren en una locación de la empresa, sino en diferentes
oficinas, provincias y hasta países. La interdisciplinariedad y la distancia
son dos factores que pueden condicionar el éxito del funcionamiento de un
equipo de trabajo, por eso, tanto las áreas de capital humano como las de
tecnología tienen cada vez mayor relevancia. La primera, para poner en
manifiesto entre los empleados los beneficios de la colaboración y estimular la
adopción de estilos de gestión basados en el trabajo en equipo. La segunda,
para facilitar herramientas y canales de comunicación que sean atractivos,
fáciles de utilizar y funcionales a las necesidades que tienen los empleados”,
agregó Ávila.
