La escasez de talento, ¿un fenómeno que llegó para quedarse?



A pesar de la cautela con la que muchas organizaciones se siguen manejando ante la persistente incertidumbre económica, una importante proporción de empleadores de todo el mundo identifica a la falta de talento calificado disponible como un obstáculo permanente para el progreso de las empresas.

La Encuesta 2012 sobre la Escasez de Talentos realizada por ManpowerGroup arrojó algunos datos muy interesantes. Según la encuesta, este año un tercio de los empleadores que se han consultado expresaron que no podía conseguir el talento que sus organizaciones necesitan. El hecho de que tantos empleadores sigan diciendo que la escasez de talentos es una barrera para alcanzar sus metas empresariales desafía a la lógica imperante, especialmente si se tienen en cuenta los elevados niveles de desempleo en muchas economías (particularmente entre los jóvenes adultos).

Sin embargo, ante la pregunta de por qué tienen problemas para cubrir puestos en sus organizaciones, por amplia mayoría, los empleadores expresaron que la falta de candidatos disponibles que cuenten con la correcta experiencia y habilidades para el empleo sigue siendo el problema que los exaspera. Esta falta de correspondencia del talento les seguirá presentando problemas a los empleadores.

En la Era Humana, las compañías tendrán que navegar el crecimiento constante de los mercados emergentes, la globalización y el uso cada vez más expandido de tecnologías más y más sofisticadas y de rápida evolución. Las tendencias emergentes le han dado un valor sin precedentes al talento como el impulsor del éxito de la empresa. Esto no hará más que aumentar la competencia por empleados de probado talento que tengan las habilidades que los empleadores necesitan. Los individuos con las competencias más demandadas serán más selectivos a la hora de evaluar sus alternativas de empleo, obligando a las compañías a desarrollar mejores estrategias de reclutamiento y retención. Del mismo modo, esta falta de talento forzará a las organizaciones a adoptar una nueva actitud con respecto al desarrollo del talento, de modo que enseñar nuevas habilidades a los empleados y desarrollar a los candidatos con potencial pasará a ser lo habitual en lugar de la excepción.

Aunque los resultados 2012 de la Encuesta sobre la Escasez de Talento son similares a los de 2011, sin embargo hubo una respuesta muy sorprendente que tiene que ver con el porcentual de empleadores que indicó que espera que los puestos sin cubrir tengan poco o ningún impacto en las partes interesadas clave como los clientes y los inversores

El motivo de este cambio en la percepción del impacto es desconcertante. Por otro lado, este hallazgo podría estar revelando un nuevo estándar. Los empleadores fueron entendiblemente prudentes tras la recesión ya que ante la caída de sus ingresos respondieron asignando sus recursos con cautela (tanto los financieros como los humanos). Y aunque muchas organizaciones salieron de los problemas de la recesión operando con mayor eficiencia, evidentemente siguen reticentes a agregar empleados a un costo mayor, o sin pruebas de que más talento les brindará beneficios a largo plazo.

En parte, este es el motivo por el cual la contratación de personal no ha seguido el ritmo de la recuperación económica general, las organizaciones pasaron a sentirse más cómodas y aptas llevando a cabo sus actividades en un entorno incierto en donde persiste la escasez sistemática de talentos. Los empleadores están utilizando cada vez más trabajadores contingentes para que su fuerza laboral sea más flexible y, con ello, poder responder a una demanda pendular. Dado que consideran que los problemas de talento perdurarán en el tiempo, en lugar de enfocarse en resolver problemas complejos de gestión del talento, se están abocando a otras áreas de la empresa para obtener una ventaja competitiva. No obstante, aquellas compañías que tienen una visión a largo plazo y entienden que su talento las diferenciará de sus competidores, probablemente obtendrán una mayor ventaja competitiva que aquellas que eligen poner a la gestión del talento en segundo plano.

Manpower, Nov 2012